
Exactamente hace una semana, Kemel, fiel a sus principios, salió de su casa ante los griots de una mujer que pedía auxilio por los golpes de su pareja. Kemel y su hijo atendieron el socorro solicitado, resultando víctimas de la ayuda brindada.
Hoy es el último día que Kemel está con nosotros. Partió. Desde esta simple página, expresamos nuestra gratitud a las veces que nos ayudó. Esto solo es un hasta pronto.
Escribe tu comentario